Desiré Sigaudo – Emilce Terré
La cadena de trigo en Argentina se caracteriza por un alto valor agregado industrial, empleando a más de 387.000 personas. Rumbo a una cosecha récord, el cereal 2021/22 generará más de US$ 4.000 M en exportaciones y US$ 461 M en DEX.
Diciembre da inicio a un nuevo año comercial para el trigo, un cereal con fuerte arraigo histórico en el país que actualmente se cultiva en 13 provincias argentinas. Su notable expansión territorial hace posible un abastecimiento directo a las 285 plantas molineras distribuidas a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, que sirven al consumo de los centros urbanos. Sin embargo, la industria molinera no es la única fuente de valor regional que se deriva del trigo. Las exportaciones del cereal, que en las últimas campañas ascendieron a más del 60% de la cosecha, constituyen un importante motor de desarrollo regional argentino.
La cadena de trigo destaca en el conjunto de cadenas agroindustriales como una de las más importantes en términos de impacto socio-económico a nivel nacional. El complejo tiene un rol notable en el agregado de valor, la ocupación de personas, el aporte al fisco y la generación neta de dólares a partir del comercio exterior.
En la presente nota se comentarán los principales aportes de la cadena triguera a la economía argentina.
Producción
El trigo es el principal cultivo de invierno, y el tercer producto más sembrado en Argentina (luego de la soja y el maíz). En la campaña 2021/22, los productores han cubierto una superficie de 6,9 millones de hectáreas. Con rindes promedio estimados en 31 qq/ha, se espera que la cosecha alcance 20,4 millones de toneladas, alcanzando un máximo histórico.
Respecto de los destinos del trigo nacional, se estima que 31% de la oferta total se destine a la molinería y un 58% se exporte como grano.
Empleo y Valor Agregado
La cadena triguera constituye una fuente de empleo muy importante para el país, con un aporte especialmente relevante a las economías regionales. Según estimaciones propias, el complejo triguero emplea 387.459 personas, equivalente al 11,6% del empleo generado por las cadenas agroalimentarias argentinas.
El cereal, además, es una importante fuente de valor agregado (VA) para la economía, entendiendo por este a la diferencia entre el valor final de venta de lo producido y el costo de los insumos. En 2018, la cadena triguera fue la cuarta cadena agroindustrial en términos de creación de valor agregado, nucleando el 18% del VA, según informe de MAGyP Cadenas de Valor Agroalimentarias. El valor agregado aquel año ascendió a US$ 4.454 millones. Cabe destacar, asimismo, que a diferencia de lo que sucede en las cadenas de soja y maíz donde la actividad primaria origina más del 80% del valor agregado, en la cadena triguera una porción importante del VA se captura en etapas posteriores de su producción. El eslabón industrial manufacturero origina el 46% del VA (vs. 12% en soja y 7% en maíz), el transporte del cereal aporta el 2% y el eslabón primario origina solo el 52% del valor que agrega la cadena a la economía. Este mayor eslabonamiento hacia adelante naturalmente resulta en mayores externalidades positivas que alcanzan a agentes económicos más diversificados y dispersos.
Comercio exterior
El complejo es el cuarto complejo exportador agroindustrial, detrás de soja, maíz y bovinos. En 2020, las ventas externas del complejo ascendieron a US$ 2.471 millones, representando el 5% del valor exportado por Argentina, según INDEC. En los doce años considerados para la serie graficada, las divisas originadas por el complejo trigo se encuentran en un máximo de participación, que fue también alcanzado en 2017 y 2018. Sin embargo, cabe remarcar la diferencia sustancial de contexto ya que en el 2020 la participación del complejo crece en gran medida por la caída interanual del 15% que sufrieron las exportaciones totales, mientras que en 2017 y 2018 alcanza y sostiene su participación con exportaciones totales crecientes.
La importancia relativa del complejo en el sector cerealero (que incluye además maíz, cebada y arroz) se ubicó en el 2020 en un 26%. El trigo viene perdiendo participación en los últimos años, debido en parte a un menor valor exportado por el complejo, pero principalmente por el fuerte crecimiento que han experimentado las exportaciones de maíz.
Las exportaciones de trigo argentino 2021/22 se estima alcancen un volumen de 13 millones de toneladas, por un valor FOB de US$ 3.891 millones. Además, se anticipan exportaciones de harina por 550 Mt, por un valor FOB de US$ 179 millones. A partir de dichas estimaciones, y teniendo en cuenta las DJVE de granos registradas hasta noviembre, se espera que los derechos de exportación pagados sobre el valor FOB (12%) sumen US$ 448,7 millones esta campaña, de los cuales ya se habrían rendido US$ 306,8 millones. En el caso de la harina, se anticipa una contribución en concepto de DEX (7%) de US$ 12,5 millones, con DJVE que recién comienzan a anotarse. Conjuntamente, los dos mayores productos de exportación de la cadera aportarían, sólo en concepto de derechos de exportación, US$ 461 millones al fisco.
Fuente: bcr.com.ar